miércoles, 19 de mayo de 2010

ME VALE

Claro, ahorita le voy a comprar cosas bonitas que le gusten, porque me dijo bien, porque cuando le dije que hablemos, acepto, por eso me la voy a llevar, porque esta como para mi, tiene unas curvotas...que hay dios mío, como que no me van a servir los frenos...

Se parece a la Briskin, lo único que le falta es el min, pero aunque pierda voy a comprar su abrigo de lana, y no me importa si mis padres me regañan, ya puedo mantenerla, y además ya estoy cansado de ayudar con el gasto de mi casa; total, con lo que me vaya ganando la mantengo, al fin que ya soy mayor de edad.

ACETO

Y me dijo ¡si acepto, es una hermosura, muy cariñosa, y en la actualidad hasta me e portado mejor. Lo que me apena es que ande pague y pague, cuando la invito al cine.
Sabe portarse como mujer como las que me gustan, pero me voy a casar con ella, hasta al menos que yo tenga suficiente dinero, porque si no, se va a terminar el noviazgo.

Malke Tartakovski,"Tepis Company"

LOS CHICHARRONES

Le dieron la sorpresa en su casa, porque le encontraron la evidencia en la bolsa de pan, y ahí mismo le hicieron el recuento de los que se había robado.

Para pronto que me mando llamar, y que voy y la ayudo... ¿para que son los amigos?...y que me encuentro a un amigo, y el que se encuentra a otro, y así, de amigo en amigo, hasta que movimos influencias...

Si te digo, que no te de miedo el sistema delincuente, tu éntrale al negocio, total con mucho gusto te espero afuera con el patas de hule, y de pura suerte hasta te vas a volver guapo...

Tu aguanta amigo, hermano, ya sabes que solo mis negocios salen bien.

lunes, 3 de mayo de 2010

EL GRANJERO Y LA CIGUEÑA

El sol llenaba el patio con el temprano resplandor matinal, suave y dorado, que se cernía sobre la vieja granja, y los árboles proyectaban largas sombras a través de los campos donde el trigo maduraba.
Se oyó un portazo, y el granjero salió de la casa. Descorrió el pestillo de la cerca y penetró en el amplio patio. Luego, se acercó a grandes pasos a las redes que había colocado la víspera para atrapar a las grullas que se comían su trigo. Con sorpresa encontró a una cigüeña prendida en la red. Cuando lo vio llegar, el pájaro protestó ruidosamente:
- Soy inocente, buen granjero, alegó. No soy una grulla y, además, no he tocado tu cereal. Sólo vine con esas aves y ahora me veo atrapada en tu red.
- Todo eso podrá ser muy cierto, respondió con tono severo el granjero. Pero como ibas en compañía de los ladrones, tendrás que sufrir el castigo que a éstos corresponde.
Y después de estas palabras, sacó su cuchillo y degolló al pájaro.
"Dime con quién andas y te diré quién eres", fue su sabio comentario.
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La gente suele juzgar a otras personas por las amistades que tienen, sin ni siquiera conocer primero como son realmente, piensan que si sus amigos se comportan de tal o cual forma, ellos también son así.
Esto puede ser bueno, sobre todo cuando se eligen amistades sanas, pero muy malo en el caso contrario, porque independientemente de que no sean o piensen como ellos, todos serán juzgado iguales.

LA RANA Y EL ESCORPION

Cuenta un relato popular africano que en las orillas del río Níger, vivía una rana muy generosa.
Cuando llegaba la época de las lluvias ella ayudaba a todos los animales que se encontraban en problemas ante la crecida del rio.
Cruzaba sobre su espalda a los ratones, e incluso a alguna nutritiva mosca a la que se le mojaban las alas impidiéndole volar. Pues su generosidad y nobleza no le permitían aprovecharse de ellas en circunstancias tan desiguales.
También vivía por allí un escorpión, que cierto día le suplicó a la rana: "Deseo atravesar el río, pero no estoy preparado para nadar. Por favor, hermana rana, llévame a la otra orilla sobre tu espalda".
La rana, que había aprendido mucho durante su larga vida llena de privaciones y desencantos, respondió enseguida: "¿Que te lleve sobre mi espalda? ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco lo suficiente para saber que si estoy cerca de tí, me inyectarás un veneno letal y moriré!"
El escorpión le replicó: "No digas estupideces. Ten por seguro que no te picaré. Porque si así lo hiciera, tú te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar, perecería ahogado."
La rana se negó al principio, pero la incuestionable lógica del escorpión fueron convenciéndola... y finalmente aceptó. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró, y comenzaron la travesía del río Níger.
Todo iba bien. La rana nadaba con soltura a pesar de sostener sobre su espalda al escorpión. Poco a poco fue perdiendo el miedo a aquel animal que llevaba sobre su espalda.
Llegaron a mitad del río. Atrás había quedado una orilla. Frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La rana, hábilmente sorteó un remolino...
Fue aquí, y de repente, cuando el escorpión picó a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió cómo el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión:
"¡Lo sabía!. Pero... ¿Por qué lo has hecho?"
El escorpión respondió: "No puedo evitarlo. Es mi naturaleza".
Y juntos desaparecieron en medio del remolino mientras se ahogaban en las profundas aguas del río Níger.

EL JINETE SIN CABEZA

CUENTAN QUE POR AHÍ DEL AÑO DE 1856; EN UNO DE ESOS PUEBLOS ALEJADOS DE LA ENTONCES MONTAÑOSA Y DESIERTA CD DE MONTERREY, NUEVO LEÓN. SUCEDIÓ QUE DOS HOMBRES LUGAREÑOS SE DISPUTABAN EL AMOR DE UNA BELLA MUJER LLAMADA: MARGARITA GARZA.

ERA TANTO EL AMOR Y EL CARIÑO QUE PONCIANO ARRIAGA Y FEDERICO LOERA LE TENÍAN A MARGARITA; QUE NO HABÍA DIA QUE NO SE RETARAN Y SUS MIRADAS RETADORAS NO SE CRUZARAN, SÓLO QUE EL CORAZÓN DE MARGARITA PERTENECÍA, EN SECRETO, A OTRO MUCHACHO DE ÉSE MISMO PUEBLO, SU NOMBRE ERA LORENZO ANTONIO SANCHEZ; Y ERA UN EXTRAORDINARIO JINETE QUE MONTABA CON GRAN FACILIDAD LOS CABALLOS DE SU RANCHO “LA CRUCETA”, LOCALIZADA AL KILOMETRO 7.8 POR LA CARRETERA A REYNOSA, Y PRECISAMENTE- CUENTAN LOS BISNIETOS DE LOS QUE FUERON TESTIGOS- FUE EN ESE RANCHO DONDE SE PROTAGONIZÓ UNA DE LAS TERRORIFICAS HISTORIAS DE LA CUAL AÚN NO SE TIENE UNA EXPLICACIÓN LOGICA Y CIENTIFICA DE LO QUE EN REALIDAD SUCEDIÓ AHÍ...

DICEN QUE CUANDO ANTONIO SE DIÓ CUENTA DEL AMOR QUE MARGARITA EN SILENCIO LE PROFESABA A ÉL, LE CORRESPONDIÓ TOTALMENTE EN SUS SENTIMIENTOS Y SE LA ROBÓ EN UNA NOCHE DE LUNA LLENA; CON PREVIO CONSENTIMIENTO DE ELLA Y SE LA LLEVÓ A SU RANCHO, PARA SER FELICES SOLOS Y AMARSE PROFUNDAMENTE, MÁS SIN EMBARGO, LOS PADRES DE MARGARITA SE NEGABAN TOTALMENTE AL ROMANCE ENTRE EL HUMILDE ANTONIO Y LA DONCELLA, PUES LOS PREDILECTOS PARA ELLOS ERAN PRECISAMENTE ALGUNO DE LOS OTROS DOS HOMBRE EN DISPUTA; Y ANTONIO, SIN PELEAR UNA BATALLA GANÓ EL CORAZÓN DE AQUELLA BELLA MUJER.

SÓLO QUE EL PADRE DE MARGARITA, Y MUCHO MENOS AQUELLOS DOS HOMBRES SE IBAN A QUEDAR TAN TRANQUILOS Y DEJAR EN MANOS DE AQUEL MUCHACHO A MARGARITA, ASÍ QUE AQUEL VIEJO EN COMPLICIDAD DE PONCIANO Y FEDERICO ACORDARON UN PLAN PARA DESHACERSE DE ANTONIO Y QUITARLO DEL CAMINO... FUE ASÍ QUE AQUELLA NOCHE, Y CON ALGUNOS PESOS DE POR MEDIO, AQUELLOS OTRORAS RIVALES Y AHORA COMPAÑEROS IRRUMPIERON EN AQUEL ALEJADO RANCHO DE LAS CRUCETAS, MARGARITA SE ENCONTRABA DORMIDA MIENTRAS ANTONIO TERMINABA DE AMARRAR UNOS CABALLOS, EN ESO CUATRO PODEROSOS BRAZOS LO ATRAPARON Y UNA NUBE DE PUÑETAZOS LLOVIÓ POR SOBRE SU ROSTRO SIN DARLE OPORTUNIDAD DE VER A SUS AGRESORES NI MUCHO MENOS DE DEFENDERSE, LA GOLPIZA FUE TREMENDA AL GRADO DE QUE LOS GOLPES Y LOS GEMIDOS DE LORENZO ANTONIO LA DESPERTARON, PERO PARA CUANDO QUISO SALIR, SOLO ATINÓ A VER QUE MIENTRAS UNO DE LOS AGRESORES AGARRABA A ANTONIO FUERTEMENTE EL OTRO NO DEJABA DE DARLE GOLPES EN LA CARA HASTA DEJARLO CAER COMO UN GIÑAPO, LA CHICA, DEL SUSTO, SE QUEDO PARALIZADA ANTE TREMENDA GOLPIZA Y NO SABÍA QUE HACER, COMO TIRO DE GRACIA, UNA FILOSA HOJA DE UN MACHETE QUE UNO DE AQUELLOS DESGRACIADOS CARGABA, BRILLO A LA LUZ DE LA LUNA PARA PASAR FINAMENTE POR EL CUELLO DE AQUEL JOVEN BRUTALMENTE ASESINADO, LA CABEZA DE LORENZO ANTONIO RODÓ POR EL CESPED LIMPIAMENTE ANTE EL ASOMBRO MUDO DE MARGARITA, AHÍ FUE CUANDO DE SU GARGANTA DEJÓ ESCAPAR UN GRITO DE HORROR E IMPOTENCIA, AQUELLOS COBARDES AL DESCUBRIRLA LA TOMARÓN Y SE LA LLEVARÓN, NO SIN ANTES ECHAR UN VISTAZO AL CUERPO DECAPITADO DE ANTONIO, Y ESBOZANDO UNA CINICA SONRISA EN COMPLICIDAD SE RETIRARON DE AQUEL LUGAR, SIN DARSE CUENTA; ÉSTOS, QUE LA CABEZA DEL MUCHACHO, CON LA LEVE LUZ DE LA LUNA, ALCANZÓ A DISTINGUIR LOS ROSTROS DE SUS ASESINOS...

LA NOTICIA DEL ASESINATO SE DIO A CONOCER A NIVEL REGIONAL, MÁS NUNCA SE SUPO DE LOS ASESINOS Y ASÍ, ÉSTOS, RECIBIERON EL DINERO ACORDADO DEL PADRE DE MARGARITA, Y AHORA SÓLO QUEDARÍA PENDIENTE LA DISPUTA ENTRE ELLOS SOBRE QUIÉN HABRÍA DE SER EL MERECEDOR DE LAS CARICIAS DE AQUELLA CHICA; QUIÉN POR CIERTO, AL PASO DE LOS DIAS SE LE VIÓ MARCHITADA Y SECA.

NO PASÓ MÁS DE UNA SEMANA, CUANDO EN UNA NOCHE SE OYÓ Y SE LE VIÓ GALOPAR CERCA DE AQUEL PUEBLO UN CABALLO NEGRO, PERO LA SORPRESA ES QUE LOS QUE LO VIERON NO DABAN CRÉDITO CUANDO REPARARON QUE EL HOMBRE QUE LO JINETEABA ¡NO TENÍA CABEZA!

UNA HORA DESPUÉS EL CUERPO DE PONCIANO ARRIAGA SE LOCALIZÓ DECAPITADO Y TASAJEADO EN UNA DE LOS ATAJOS DE AQUEL PUEBLO, MIENTRAS QUE CASI AL MISMO TIEMPO, CERCA DE LA CASA DE MARGARITA; HALLARÓN EL CUERPO INERTE, Y CON LA MISMA SUERTE QUE EL DE PONCIANO, DE FEDERICO LOERA... ¡LOS DOS FUERON DECAPITADOS CON LA MISMA SAÑA!

AFUERA DE LA CASA DE MARGARITA, SE ENCONTRABA UN REMOLINO DE GENTE, ENTRE CURIOSOS, ALGUNOS DE LA POLICIA MONTADA Y UNA AVALANCHA DE REPORTEROS, PUÉS LA PUERTA PRINCIPAL DE MADERA, DE LA CASA; FUE QUEBRADA Y DENTRO APARECIÓ EL CUERPO DEL PADRE DE LA DONCELLA, APARENTEMENTE SU CUERPO SIN SANGRE NI HUELLAS DE VIOLENCIA, PERO SI SU ROSTRO REFLEJÓ QUE ANTES DE MORIR TUVO LA IMPRESIÓN MÁS FUERTE DE SU VIDA QUE FUE LO QUE LE CAUSÓ EL INFARTO QUE LO CONDUJO HASTA LA MUERTE. FINALMENTE AQUELLOS CANALLAS PAGARON CARAS SUS MALDITAS ACCIONES Y LA OSADÍA DE INVADIR Y MANCILLAR UN AMOR PURO, PAGANDO CON LA MISMA MONEDA, LA MUERTE... PERO, LA GENTE EXTRAÑADA SE PREGUNTABA ¿QUIÉN LOS MATÓ?, ¿TENÍAN ALGO QUE VER CON EL ASESINATO DEL JOVEN LORENZO ANTONIO?, ¿DÓNDE QUEDÓ MARGARITA, SE LA LLEVÓ EL JINETE?, ¿PORQUÉ DESAPARECIÓ?, ¿ELLA FUE LA CAUSANTE DE TODO ESO? O ¿ESTÁ MUERTA?... NADIE SUPO RESPONDERSE ESAS PREGUNTAS NI MUCHO MENOS CON EL PASO DEL TIEMPO QUEDÓ ACLARADO.

PERO CUENTAN ALGUNAS VERSIONES, Y CASI LA MAYORIA COINCIDE, QUE AQUELLA NOCHE EL JINETE SIN CABEZA APARECIÓ PARA VENGARSE DE SUS ASESINOS, Y QUE SIN EN VIDA LE ARREBATARON EL AMOR DE MARGARITA, MÁS ALLA DE LA MUERTE NO PUDIERON LOGRARLO, PUES EL JINETE SIN CABEZA ADEMAS DE COBRARSE LA MALA JUGADA SE LLEVÓ A SU AMADA LEJOS MUY LEJOS, CUENTAN QUE NADIE JAMÁS VOLVIÓ A VER A MARGARITA NI A AQUEL JINETE EXTRAÑO POR EL PUEBLO NI POR LUGARES CIRCUNVECINOS, DICEN QUE SE MARCHÓ AL MÁS ALLA, A TODO GALOPE; EN BRAZOS DE SU AMADO, PARA SEGUIRSE AMANDO COMO JAMÁS LO HICIERON EN VIDA.

LA LLORONA

Leyenda Mexicana del Periodo Virreinal
Consumada la conquista y poco más o menos a mediados del siglo XVI, los vecinos de la ciudad de México que se recogían en sus casas a la hora de la queda, tocada por las campanas de la primera Catedral; a media noche y principalmente cuando había luna, despertaban espantados al oír en la calle, tristes y prolongadísimos gemidos, lanzados por una mujer a quien afligía, sin duda, honda pena moral o tremendo dolor físico.

Las primeras noches, los vecinos contentábanse con persignarse o santiguarse, que aquellos lúgubres gemidos eran, según ellas, de ánima del otro mundo; pero fueron tantos y repetidos y se prolongaron por tanto tiempo, que algunos osados y despreocupados, quisieron cerciorarse con sus propios ojos qué era aquello; y primero desde las puertas entornadas, de las ventanas o balcones, y enseguida atreviéndose a salir por las calles, lograron ver a la que, en el silencio de las obscuras noches o en aquellas en que la luz pálida y transparente de la luna caía como un manto vaporoso sobre las altas torres, los techos y tejados y las calles, lanzaba agudos y tristísimos gemidos.

Vestía la mujer traje blanquísimo, y blanco y espeso velo cubría su rostro. Con lentos y callados pasos recorría muchas calles de la ciudad dormida, cada noche distintas, aunque sin faltar una sola, a la Plaza Mayor, donde vuelto el velado rostro hacia el oriente, hincada de rodillas, daba el último angustioso y languidísimo lamento; puesta en pie, continuaba con el paso lento y pausado hacia el mismo rumbo, al llegar a orillas del salobre lago, que en ese tiempo penetraba dentro de algunos barrios, como una sombra se desvanecía.

"La hora avanzada de la noche, - dice el Dr. José María Marroquí- el silencio y la soledad de las calles y plazas, el traje, el aire, el pausado andar de aquella mujer misteriosa y, sobre todo, lo penetrante, agudo y prolongado de su gemido, que daba siempre cayendo en tierra de rodillas, formaba un conjunto que aterrorizaba a cuantos la veían y oían, y no pocos de los conquistadores valerosos y esforzados, que habían sido espanto de la misma muerte, quedaban en presencia de aquella mujer, mudos, pálidos y fríos, como de mármol. Los más animosos apenas se atrevían a seguirla a larga distancia, aprovechando la claridad de la luna, sin lograr otra cosa que verla desaparecer en llegando al lago, como si se sumergiera entre las aguas, y no pudiéndose averiguar más de ella, e ignorándose quién era, de dónde venía y a dónde iba, se le dio el nombre de La Llorona."

Tal es en pocas palabras la genuina tradición popular que durante más de tres centurias quedó grabada en la memoria de los habitantes de la ciudad de México y que ha ido borrándose a medida que la sencillez de nuestras costumbres y el candor de la mujer mexicana han ido perdiéndose.

Pero olvidada o casi desaparecida, la conseja de La Llorona es antiquísima y se generalizó en muchos lugares de nuestro país, transformada o asociándola a crímenes pasionales, y aquella vagadora y blanca sombra de mujer, parecía gozar del don de ubicuidad, pues recorría caminos, penetraba por las aldeas, pueblos y ciudades, se hundía en las aguas de los lagos, vadeaba ríos, subía a las cimas en donde se encontraban cruces, para llorar al pie de ellas o se desvanecía al entrar en las grutas o al acercarse a las tapias de un cementerio.

La tradición de La Llorona tiene sus raíces en la mitología de los antiguos mexicanos. Sahagún en su Historia (libro 1º, Cap. IV), habla de la diosa Cihuacoatl, la cual "aparecía muchas veces como una señora compuesta con unosatavíos como se usan en Palacio; decían también que de noche voceaba y bramaba en el aire... Los atavíos con que esta mujer aparecía eran blancos, y los cabellos los tocaba de manera, que tenía como unos cornezuelos cruzados sobre la frente". El mismo Sahagún (Lib. XI), refiere que entre muchos augurios o señales con que se anunció la Conquista de los españoles, el sexto pronóstico fue "que de noche se oyeran voces muchas veces como de una mujer que angustiada y con lloró decía: "¡Oh, hijos míos!, ¿dónde os llevaré para que no os acabéis de perder?".

La tradición es, por consiguiente, remotísima; persistía a la llegada de los castellanos conquistadores y tomada ya la ciudad azteca por ellos y muerta años después doña Marina, o sea la Malinche, contaban que ésta era La Llorona, la cual venía a penar del otro mundo por haber traicionado a los indios de su raza, ayudando a los extranjeros para que los sojuzgasen.

"La Llorona - cuenta D. José María Roa Bárcena -, era a veces una joven enamorada, que había muerto en vísperas de casarse y traía al novio la corona de rosas blancas que no llegó a ceñirse; era otras veces la viuda que veía a llorar a sus tiernos huérfanos; ya la esposa muerta en ausencia del marido a quien venía a traer el ósculo de despedida que no pudo darle en su agonía; ya la desgraciada mujer, vilmente asesinada por el celoso cónyuge, que se aparecía para lamentar su fin desgraciado y protestar su inocencia."

Poco a poco, al través de los tiempos la vieja tradición de La Llorona ha ido, como decíamos, borrándose del recuerdo popular. Sólo queda memoria de ella en los fastos mitológicos de los aztecas, en las páginas de antiguas crónicas, en los pueblecillos lejanos, o en los labios de las viejas abuelitas, que intentan asustar a sus inocentes nietezuelos, diciéndoles: ¡Ahí viene La Llorona!

LAS ZAPATILLAS ROJAS

Hace mucho, mucho tiempo, vivía una hermosa niña que se llamaba Karen. Su familia era muy pobre, así que no podía comprarle aquello que ella deseaba por encima de todas las cosas: unas zapatillas de baile de color rojo. Porque lo que más le gustaba a Karen era bailar, cosa que hacía continuamente. A menudo se imaginaba a sí misma como una estrella del baile, recibiendo felicitaciones y admiración de todo el mundo.

Al morir su madre, una atesorada señora acogió a la niña y la cuidó como si fuera hija suya. Cuando llegó el momento de su puesta de largo, la llamó a su presencia: - Ve y cómprate calzado adecuado para la ocasión - Le dijo su benefactora alargándole el dinero. Pero Karen, desobedeciendo, y aprovechando que la vieja dama no veía muy bien, encargó a la zapatera un par de zapatos rojos de baile.

El día de la celebración, todo el mundo miraba los zapatos rojos de Karen. Incluso alguien hizo notar a la anciana mujer que no estaba bien visto que una muchachita empleara ese tono en el calzado. La mujer, enfadada con Karen por haber desobedecido, la reprendió allí mismo: - Eso es coquetería y vanidad, Karen, y ninguna de esas cualidades te ayudará nunca. Sin embargo, la niña aprovechaba cualquier ocasión para lucirlos.

La pobre señora murió al poco tiempo y se organizó el funeral. Como había sido una persona muy buena, llegó gente de todas partes para celebrar el funeral. Cuando Karen se vestía para acudir, vio los zapatos rojos con su charol brillando en la oscuridad. Sabía que no debía hacerlo, pero, sin pensárselo dos veces, cogió las zapatillas encantadas y metió dentro sus piececitos: -¡Estaré mucho más elegante delante de todo el mundo!- se dijo.

Al entrar en la iglesia, un viejo horrible y barbudo se dirigió a ella: -¡Qué bonitos zapatos rojos de baile! ¿Quieres que te los limpie?- le dijo. Karen pensó que así los zapatos brillarían más y no hizo caso de lo que la señora siempre le había recomendado sobre el recato en el vestir. El hombre miró fijamente las zapatillas, y con un susurro y un golpe en las suelas les ordenó: -¡Ajustaos bien cuando bailéis!

Al salir de la iglesia, ¡Cuál sería la sorpresa de Karen al sentir un cosquilleo en los pies! Las zapatillas rojas se pusieron a bailar como poseídas por su propia música. Las gentes del pueblo, extrañadas, vieron cómo Karen se alejaba bailando por las plazas, los prados y los pastos. Por más que lo intentara, no había forma de soltarse los zapatos: estaban soldados a sus pies, ¡y ya no había manera de saber qué era pie y qué era zapato!

Pasaron los días y Karen seguía bailando y bailando. ¡Estaba tan cansada...! y nunca se había sentido tan sola y triste. Lloraba y lloraba mientras bailaba, pensando en lo tonta y vanidosa que había sido, en lo ingrata que era su actitud hacia la buena señora y la gente del pueblo que la había ayudado tanto. - ¡No puedo más!- gimió desesperada -¡Tengo que quitarme estos zapatos aunque para ello sea necesario que me corten los pies!-

Karen se dirigió bailando hacia un pueblo cercano donde vivía un verdugo muy famoso por su pericia con el hacha. Cuando llegó, sin dejar de bailar y con lágrimas en los ojos gritó desde la puerta: -¡Sal! ¡Sal! No puedo entrar porque estoy bailando. -¿Es que no sabes quién soy? ¡Yo corto cabezas!, y ahora siento cómo mi hacha se estremece.- dijo el verdugo.

-¡No me cortes la cabeza -dijo Karen-, porque entonces no podré arrepentirme de mi vanidad! Pero por favor, córtame los pies con los zapatos rojos para que pueda dejar de bailar. Pero cuando la puerta se abrió, la sorpresa de Karen fue mayúscula. El terrible verdugo no era otro que el mendigo limpiabotas que había encantado sus zapatillas rojas.

-¡Qué bonitos zapatos rojos de baile!- exclamó -¡Seguro que se ajustan muy bien al bailar!- dijo guiñando un ojo a la pobre Karen -Déjame verlos más de cerca...-. Pero nada más tocar el mendigo los zapatos con sus dedos esqueléticos, las zapatillas rojas se detuvieron y Karen dejó de bailar. Aprendió la lección, las guardó en una urna de cristal y no pasó un solo día en el que no agradeciera que ya no tuviera que seguir bailando dentro de sus zapatillas rojas.

FIN

LA PRINCESA SOÑADORA

Erase una vez en un pequeño pueblo, vivía una linda jovencita con su abuela.
Como de costumbre salió al campo a buscar unas flores para su abuela, cuando de pronto se encontró con el joven mas lindo que sus ojos habían visto , el le pregunto como te llamas? ella le respondió María, el le dijo mucho gusto María yo me llamo Jesús, disculpa no te gustaría platicar un rato conmigo, ella le contesto que no podía porque ya era muy tarde y su abuela se preocuparía por ella , así que ella se marcho a su casa, donde su abuela la esperaba muy preocupada.
Esa noche no dejo de pensar en aquel muchacho que había conocido, mirando pasar una estrella deseo en lo mas profundo de su ser que su vida fuera un cuento de hadas donde la princesa fuera ella y el príncipe fuera aquel chico que había conocido.
María subió a su cuarto a descansar.
Al día siguiente, cuando despertó observo que su cuarto no era el mismo de siempre, bajo apresuradamente las escaleras y se encontró con una mucama que le pregunto_ ¿Princesa que quiere hoy de desayunar?
Ella le respondió lo que sea y le pregunto: ¿Este reino es mío y yo soy princesa?
La mucama quedo algo confundida pero respondió a todo si.
María llego hasta la cocina donde encontró a una tierna viejecilla, María corrió a abrazarla y le dijo abuela. La viejecita quedo algo sorprendida y le respondió perdóneme princesa pero debe estar confundida yo tan solo soy la sirvienta.
María salió de la cocina desconcertada por lo que había pasado, en ese momento vio entra al príncipe Jesús y le dijo ¿que haces aquí? el le respondió vine a ver a la princesa mas hermosa del reino entero, a lo que María respondió tu también eres hermoso príncipe, te agradezco el alago princesa María pero yo hablaba de tu hermana Carlota.
María salió del reino desconsolada de ver que lo que había deseado no era justamente lo que ella quería, esa tarde ella lloro sin parar hasta que cayo la noche, cuando de pronto vio nuevamente pasar aquella estrella, arrepentida le dijo que quería su vida anterior y vivir nuevamente con su abuela.
Sin darse cuenta quedo profundamente dormida en aquel lugar, cuando despertó vio que todo estaba como antes, bajo corriendo las escaleras y abrazo a su abuela tiernamente y le dijo por nada del mundo te cambiaria, se sentaron a platicar y María le conto a su abuela lo que le había pasado y alguien toco la puerta y era aquel joven, pidió permiso a su abuela de María para salir con ella.
María caminando dela mano con el joven pensó, jamás volveré a pedir deseos.

FIN